SEDE VACANTE

AÑO DE LA FE

EL PAPA BENEDICTO XVI EN BUSCA DE LA PALABRA Y EN SILENCIO Y OCULTO DEL MUNDO

Lo ha dejado escrito en la Exhortación Apostólica Verbum Domini (30 de septiembre de 2010. n. 66):

«La Palabra sólo puede ser pronunciada y oída en el silencio, exterior e interior. Redescubrir el puesto central de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia quiere decir también redescubrir el sentido del recogimiento y del sosiego interior. La gran tradición patrística nos enseña que los misterios de Cristo están unidos al silencio y sólo en él la palabra puede encontrar morada en nosotros, como ocurrió en María, mujer de la Palabra y del silencio inseparablemente.»

La vida de Joseph Ratzinger y del Santo Padre Benedicto XVI es un ejemplo de unidad, humildad y coherencia en la búsqueda de la verdad, en la razón y en la fe.

Benedicto XVI deja de ser Pedro, pero no dejará de ser Apóstol que, según san Pablo (I Cor. 12), es el puesto más importante en la Iglesia.

La pasada Navidad el Papa ha enviado un Christma muy ilustrativo, lleno de contenido apostólico en busca de la Palabra de Dios. En el anverso aparece el Niño Jesús (la Palabra de Dios –La Verdad-) nacido en Belén e iluminando con su luz a María, la Virgen, a san José, que han sufrido mucho en la espera del Hijo, y a los pastores, que representan a la humanidad entera que sufre esperando la venida definitiva de Jesús.

En el reverso, el Salmo 85, 12 dice

"VERITAS DE TERRA ORTA EST!"

("¡LA VERDAD BROTARÁ DE LA TIERRA!")

La Verdad brotará de la tierra de Belén, donde el Verbo se hizo carne en un establo, pobre, en silencio.

En el Libro de Isaías (55, 10-11):

«Así dice el Señor: "como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al que come, así será mi Palabra, que sale de mi boca: no volverá vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo."»