El Siervo de Dios ISMAEL DE TOMELLOSO EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD MADRID 2011
Gracias Santo Padre Benedicto XVI,
por haber estado con nosotros en Madrid durante todos los días de la Jornada de Mundial de la Juventud de Madrid en Agosto de 2011.
Gracias al Cardenal Arzobispo de Madrid, Monseñor Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española y al equipo encargado de la organización de la JMJ,
por el trabajo que han realizado con tanta generosidad y éxito.
Gracias al Cardenal Arzobispo de Madrid, Monseñor Antonio María Rouco Varela,
por haber presentado la biografía del Siervo de Dios Ismael de Tomelloso, "IN SILENTIO…" en la Universidad San Pablo CEU de Madrid.
Gracias al Señor Obispo Prior de Ciudad Real, Monseñor Antonio Algora Hernando y al equipo diocesano Pastoral de la Juventud,
por haber llevado la Cruz de la JMJ, la Cruz de los Jóvenes, la Cruz del Papa Beato Juan Pablo II, que ha recorrido los cinco continentes, a la tumba del Siervo de Dios Ismael de Tomelloso; primera vez que la Cruz de la JMJ, ha entrado un cementerio;
Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles de Madrid
por haber elegido la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Madrid como punto de encuentro y de acogida de los jóvenes peregrinos de la diócesis.
por haber inaugurado el 1 de agosto la exposición sobre la vida del Siervo de Dios, Ismael de Tomelloso, en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles.
Nuestro agradecimiento al Santo Padre, Benedicto XVI, porque con su gesto y con su palabra, con su sonrisa y con su alegría, ha conquistado el corazón de millones de jóvenes, y muy especialmente le queremos agradecer el regalo personal que nos ha hecho del YOUCAT.
Gracias Santo Padre
por la lección del silencio que nos dio en el parque del Retiro de Madrid, confesando a los jóvenes en el confesonario, señalando el camino de la misericordia, la penitencia, el perdón y la alegría para la purificación del templo de Dios que son los jóvenes del siglo XXI;
por la lección del silencio que nos dio en el Vía Crucis del Paseo de Recoletos de Madrid, acompañado de miles de jóvenes que le esperaban rezando el rosario desde las primeras horas de la mañana, soportando el peso del bochorno;
por la lección del silencio que nos dio en la tormenta, después de la tormenta y durante la contemplación y adoración del Santísimo Sacramento, rodeado de una muchedumbre como quizás no haya habido jamás otra en la historia de la humanidad con tantas almas adorando al Señor en silencio;
por la lección del silencio que nos dio enseñándonos la Comunión Espiritual, al no haber sido posible distribuir la sagrada comunión por haber volado la tormenta las capillas destinadas a guardar reservado el santo sacramento de la Eucaristía.
GRACIAS, SANTO PADRE QUERIDÍSIMO: HASTA LA JMJ-RIO 2013, EN EL GRAN CONTINENTE AMERICANO, DONDE ESPERAMOS RECIBIRLE MÁS JOVENES QUE NUNCA. GRACIAS.