RECORDATORIO DE ISMAEL

(Tomelloso, 1 de mayo de 1917-Zaragoza, 5 de mayo de 1938)

"Cuántos serían santos -pensaba él- si en su camino encontraran otros santos". O sea, por el camino de la vida hay que ir -la vida del hombre es andar, andar y andar- preguntando por las señas de Dios. Algunas de ellas, por ejemplo, a la manera de Ismael, las siguientes: cantar por caridad, acompañando por la guitarra llena de sol, un par de seguidillas manchegas; echar al repelón, al cruzar por la Plaza del pueblo frente a la parroquia de la Asunción, algunas jaculatorias enamoradas; acercarse a menudo al asilo de las Monjas, al final de la Calle de Don Víctor, con la intención de hacer bailar y reír a las ancianas solas…Y sobretodo el silencio.

En la gramática paisana y pobre de Ismael la palabra "Silencio" habla de muchísimas más cosas de las que se podrían imaginar. Valga por caso: de horas y horas tiritando de frío en los campos desamparados y hoscos de la guerra; rezar por lo bajinis el rosario a Nuestra Señora contando como avemarías los copos de nieve que, inmaculados y crueles, le caen a uno encima del capote; dejarse hacer prisionero de la gente propia a la chita callando, para, al final, morirse dando gracias a la Virgen del Pilar, en Zaragoza, con los misterios silenciosos.

Cuántos, es cierto, serían santos si tuvieran la fortuna de encontrarse con otros santos en el camino de la vida. Esta no es otra aventura que la de peregrinar por aquí y por allá preguntando por Dios. La gente, según Ismael, debe saber que no existe otro deseo más innumerable y hermoso que el de ser santo.

No intentar serlo es sólo trastear sin más ni menos; o guarecerse del aburrimiento en los portales de la Posada. Ojalá un día Ismael de Tomelloso nos soliviante el corazón y la conducta. ¿Os imagináis paisanos de Alfambra, paisanos de Zaragoza, paisanos de Madrid, paisanos de toda la Mancha plural, anchura del silencio, que vinieran alguna vez a nuestras tierras arcángeles carreros a repartirnos trozos de bendición y cachejos de luz y amor de parte de Ismael? Bien puede ser él, alguna vez, nombrado el "Patrón del Santo Silencio". Y el silencio, como se sabe, es la palabra que más cosas tiene que decirnos.

Roma, mayo de 2013