Asamblea General 2008
El día 9 de febrero de 2008 tuvo lugar la Asamblea General Ordinaria de la Asociación. Presidieron el acto el Obispo Emérito Monseñor Rafael Torija de la Fuente, el Padre Valentín Arteaga, Prepósito General de los Clérigos Regulares Teatinos, don Blas Camacho Zancada, Presidente de la Asociación, don Matías Rubio Noblejas, párroco de la Asunción de Nuestra Señora, y don Luis Molinero Novillo, hermano de Ismael.
El Presidente de la Asociación informó de las acciones que se vienen realizando para recopilar datos y testigos de la vida de Ismael e hizo mención de algunos actos de piedad que ya se realizan en México invocando la ayuda de Ismael. De hecho, la expansión de la devoción a los ejemplos de vida cristiana es parte fundamental en las causas de beatificación. En todo lo que rodea la vida y el testimonio de Ismael aparece de forma recurrente la Diócesis de Zaragoza por ser allí donde pasó sus últimos días.
Monseñor Torija expresó el ánimo y apoyo que la diócesis está brindando a esta Asociación y a esta Causa. Compartió la experiencia de sus primeras noticias sobre la vida y el testimonio de Ismael y dijo que el sacerdote don José Ballesteros, que conoció personalmente a Ismael, ya les hablaba a los seminaristas de Toledo sobre las virtudes cristianas de este tomellosero modelo.
El Padre Valentín Arteaga destacó la necesidad que tenemos de ejemplos como Ismael. Sobre todo los jóvenes, tan traídos y llevados, pueden ver en la alegría y la entrega de Ismael un itinerario de búsqueda de la verdad, la alegría y la honestidad. Por ello, animó a promover la devoción y el conocimiento de Ismael por donde nos movamos.
El Párroco, don Matías, nos llevó a la esencia de la santidad que la Iglesia canoniza, y dijo: "nos uniremos más a Ismael en la medida en que tengamos el encuentro con Cristo que él tuvo". Además ofreció todo su apoyo y colaboración para la celebración del setenta aniversario del fallecimiento de Ismael que tendrá lugar en el mes de mayo de 2008.
En definitiva, se reflexionó sobre la figura de Ismael, de la necesaria implicación de la gente de nuestras iglesias, de los apoyos personales y de los medios que serán necesarios en este camino. Pero, sobre todo, de la grandeza del amor de Dios que nos está haciendo llegar a través de Ismael.