Julián López Camarena explica lo acontecido en la Delegación de Ciudad Real:
« Buenas tardes, de momento no se ha hecho nada parecido a lo que las Delegaciones de Zaragoza y Madrid nos han dado a conocer. Tan solo, puedo daros a conocer lo hecho, desde que tuve conocimiento de Ismael de Tomelloso a raíz de la presentación de la biografía “IN SILENTIO…” cuando se presentó en el Seminario de Ciudad Real.
Comprendí que Ismael es una de esas personas a las que Dios ha llamado de un modo especial y que ha sabido dar una respuesta de las que agradan a Dios. Me atrajo especialmente esa manera de dar una respuesta interior, sin dejarse estorbar por un entorno problemático y poco proclive a seguir a Cristo, tal como Él quiere que le sigamos, y como supo encauzar esa respuesta a través del hermoso y fecundo instrumento que fue la Acción Católica, vivero de jóvenes comprometidos con un catolicismo auténticamente evangélico —como he tenido oportunidad de conocer de primera mano por la experiencia vital de mi propio padre—. Salvando las distancias, me parecía tan semejante aquel momento convulso con el presente, inundado de una cultura tan alejada y contraria al modelo de vida que Cristo nos propone, que me vi impulsado a leer por entero el libro y gustar el ejemplo de vida que Ismael significa. Me pareció tan aleccionador el modo de vivir las dificultades para poner por obra su fe y los sufrimientos que le tocó padecer, ensalzando la ocasión de sumarse con su cruz, libre y alegremente, a la Cruz de Cristo, agradeciendo la oportunidad de colaborar en la acción redentora de nuestro Salvador, que consideré y considero que es un modelo agradable a Dios, del que hoy, jóvenes y mayores, podemos aprender para encarar la cultura actual que rechaza el esfuerzo, el sufrimiento, el dolor como algo inútil y sin sentido a lo que cerrar los ojos y de lo que desprenderse, por cualquier medio aunque eso implique la eliminación aberrante que entraña el aborto, la eutanasia, etc. y echarse en brazos del hedonismo egoísta.
Desde esta apreciación enseguida quise sumarme con mi oración al proyecto y empeño de su beatificación. Yo creo profundamente en el valor de la oración y más cuando a cada paso hay tantos motivos por los que rezar. Siempre se tienen numerosos familiares, amigos y conocidos que se encuentran en trances que requieren de la oración pidiendo ayuda y curación, tanto del alma como del cuerpo. Pensé que Ismael vivió una vida loable y agradable a Cristo y que era un magnífico aliado. De paso, tal vez fuera voluntad de Dios que su intercesión valiera para coadyuvar a la causa de su beatificación. Rezo desde hace varios años ya casi a diario. He de decir que algunos amigos han superado situaciones muy difíciles. Algunos han curado sus cánceres, aunque yo no estoy en disposición de asegurar que la intercesión de Ismael haya sido la causa determinante y única, pero en cada ocasión he comunicado a mis amigos mi oración por su salud, con la intercesión de Ismael y les he hecho llegar, para que le conozcan, un de las estampas donde se encuentra la oración de petición y gracias. He tenido respuestas que me han emocionado. También ha habido algún que otro “fracaso”, al menos en nuestra insuficiente e imperfecta interpretación, pero confío en Dios y sé que sus caminos son inescrutables
Hasta el mes de octubre último poco se ha hecho sobre Ismael en la Capital salvo recibir con interés las noticias que llegaban de otros lugares, pero en octubre de 2013 el señor Obispo y otros tres sacerdotes pronunciaron cuatro conferencias muy interesantes sobre Ismael que han sido recogidas en un libro celebrando la clausura del año de la fe, para dar a conocer su vida y el origen de la Virgen del Prado, Patrona de Ciudad Real, que llegó desde la tierra aragonesa donde Ismael ofreció su vida a Dios en silencio en la guerra civil, lo que parece una señal de paz y de concordia para los españoles. »