En la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, de Tomelloso (lugar en el que entraba a deshoras a visitar al AMO el Siervo de Dios), se ha celebrado el 1 de mayo de 2016, por el Párroco y Consiliario de la Asociación, Rvdo. don Matías Rubio Noblejas, la Eucaristía por el Nacimiento del Siervo de Dios Ismael de Tomelloso y para preparar el Centenario de su nacimiento, que tendrá lugar el 1 de mayo de 2017.

En silencio se siguió la acción de gracias y, al final, se proyectó el vídeo sobre la vida del Siervo de Dios, ante un numeroso público que atendía con devoción.

El 5 de mayo de 2016 también se celebró la Eucaristía con motivo del 78 aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios Ismael de Tomelloso, que presidió el Padre Valentín Arteaga, y fue concelebrada por don Jaime Quiralte y don Jesús Cañas.

El Padre Valentín Arteaga dijo en la Homilía:

«Se cumplen en este día 78 años del Tránsito al Cielo, en el Hospital Clínico de Zaragoza, cuando la guerra, del Siervo de Dios Ismael Molinero Novillo.

Como Postulador de la Causa de Canonización, doy gracias al Señor por poder compartir esta celebración con todos vosotros, que continuáis trabajando con tanto empeño en la Asociación. 

Estamos concluyendo las fiestas pascuales del Señor, y la Iglesia, al llegar este tramo último, la liturgia nos pregunta cuándo nos reuniremos para la celebración de la Eucaristía: el Discurso de Despedida que hace Jesús a sus Discípulos.

En el fragmento de hoy concreta:

«Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver»

De buenas a primeras los discípulos se hacen un pequeño lío y se preguntan:

«¿Qué significa ese poco?»

No nos extrañemos, en la Asociación en favor de la Causa de Ismael, que Jesús hable de esta manera. Lo “poco” pertenece a su vocabulario esencial. En su predicación, como bien sabemos, recurre constantemente a lo menor: a la monedilla perdida, al mínimo y humilde grano de levadura, al modesto vaso de agua ofrecido a algún hermano sediento,…

Es evidente que Jesús quiere que sus seguidores estemos por lo poco, lo no cuantioso, todo aquello que carece de relevancia, cuanto es menor…

A propósito de la vida y figura de Ismael -¡por qué no?- de la virtud de la poquedad: La que hace alusión a aquello que puede cruzar delante de nosotros sin que lo advirtamos porque no llama la atención.

«¿Qué significa ese poco» del evangelio de hoy referido a Ismael?

Nada menos que la definición de su espiritualidad y la descripción relato de su vida.

¡Qué escasa cosa fue la vida de nuestro Siervo de Dios – contaba 21 años apenas cuando murió -, y que poquito vistoso humanamente hablando su heroico seguimiento de Jesús!

– Sencillo hasta no poder más;

– humilde total;

– su enamoramiento tímido y pudoroso del silencio, la contemplación, la hondura de su vida interior…

Parecía que, como Jesús, ahora que concluye el tiempo pascual, vivió su vida tan breve solamente para “despedirse”:

– Aquel día en que Miguel Montañés y Pedro Cuesta le hicieron el gran regalo de encontrar a Jesús se «despidió» de una vida menesterosa, sin sentido y sin futuro, y comenzó un futuro inacabable.

– El día en que fue reclutado para enrolarse en la quinta del chupete -20 años tenía- para ir hacia el frente de Teruel.

– Cuando fue hecho prisionero por los nacionales en la Batalla de Alfambra y trasladado al Clínico de Zaragoza deshecho ya casi por la tuberculosis.

Todo aquel año, tan duro, se lo pasó diciendo adiós nuestro admirado y querido Ismael.

Hasta que se nos murió de silencio y de humildad el día 5 de mayo de 1938.

¿Qué nos corresponde hacer a nosotros al cabo de estos 78 años?

1º Dar gracias a Dios por el regalo del testimonio Cristiano tan fuerte de un joven normal de Tomelloso.

2º Dar a conocer la figura y el ejemplo de Ismael, la dedicación caritativa, humilde y simple de Ismael.

Y 3º Que confiemos a su intercesión los problemas, las pruebas, las dificultades para que el Señor Resucitado, si es su voluntad, lo eleve, cuando lo tenga a bien, a la dignidad de los altares».

Estos mismos días, 1 y 5 de mayo, se celebraron Eucaristías en las distintas Delegaciones de la Asociación por la Beatificación y Canonización del Siervo de Dios.

Al día siguiente, 6 de mayo de 1917, se celebró el Bautizo de Ismael, el sello que marcó el nacimiento a la vida cristiana del Siervo de Dios.

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