ISMAEL DE TOMELLOSO


"Soy de Dios y para Dios; si muero seré totalmente de Dios en el Cielo, y si no muero ... ¡Quiero ser sacerdote!".                                   “Sono di Dio e per Dio; se muoio sarò totalmente di Dio nel cielo e se non muoio... voglio essere sacerdote!”.                                   “Sou de Deus e para Deus; se morro serei totalmente de Deus no céu e se não morro... quero ser sacerdote!”.                                   Je suis à Dieu et pour Dieu ; si je meurs, je serai totalement à Dieu au Ciel et si je ne meurs pas…je veux être prêtre !.                                   “I am of God and for God. If I die, I will belong all to God in heaven. If I don’t... I want to be a priest!”       (Ismael de Tomelloso)                                  

24 de mayo de 2015

DOMINGO DE PENTECOSTÉS





El beato Pablo VI, en la apertura de la Tercera Sesión del Concilio Ecuménico Vaticano II, el 14 de septiembre de 1964, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, dirigió a los Obispos y Cardenales unas palabras muy apropiadas para la fiesta que hoy se celebra: La Venida del Espiritu Santo:

“1.- Nosotros somos la Iglesia aquí.”

“La Iglesia está aquí…”

“Nosotros somos aquí la Iglesia…”

“Somos, finalmente, la Iglesia…”


“2.- Celebramos la santidad, unidad, catolicidad y apostolicidad de la Iglesia.”

“…en donde la Iglesia funda su prodigiosa consistencia,…”


“3.- El apostolado y el Espíritu.”

Si aquí está la Iglesia, aquí está el Espíritu paráclito, que Cristo ha prometido a sus Apóstoles para la edificación de la Iglesia misma.

…dos son los elementos que Cristo ha prometido y ha enviado… el apostolado y el Espíritu.

El apostolado, obra externa y objetivamente;… el Espíritu Santo, obra internamente, dentro de cada una de las personas, como también sobre la comunidad, animando, vivificando, santificando.

Estos dos agentes, el Apostolado y el Espíritu, obran juntamente.

Dudar sería ofender la fidelidad de Cristo a sus promesas. sería traicionar a nuestro mandato apostólico. sería privar a la Iglesia de la certeza de su indefectibilidad, garantizada por la palabra divina y comprobada por la experiencia histórica.

Y concluye, explicando tres veces por qué:

El Espíritu está aquí….

El Espíritu está aquí….

El Espíritu está aquí….

…y nos une con Él.




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* * *



El Siervo de Dios Ismael de Tomelloso siguió fielmente las mociones del Espíritu Santo, según cuentan sus testigos y biógrafos:



«Antes de entrar al comercio por las tardes, también se pasaba un rato con el Señor y quizás fuera éste el rato más largo de todo el día. Pasaba por la puerta de la sacristía, llegaba a la iglesia y se ponía a orar. ¡Qué luces le inspiraba entonces el Espíritu Santo!

–Vengo de ver al Amo... ¡Qué solo está el Amo!..». (Pág. 75, “In Silentio…”)

Miguel Montañés, Presidente de Acción Católica de Tomelloso, que fue el que acercó a Ismael al Sacerdote Consiliario, don Bernabé Huertas Molina, escribió una carta abierta, con motivo del 25 aniversario del fallecimiento de Ismael, que fue publicada en el periódico Luz de Tomelloso el año 1963, con el título de Carta de Ultratumba, en la que dice:

«Y esto es lo que interesa prodigar y dar a conocer: tu similitud con tantos otros, que sólo esperan la orden de marcha; conchas vacías predispuestas y esperando llene su vacío el Espíritu de Dios para empezar a saber y ser sencillamente heroicos en el momento determinante». (Pág. 21. O.C.)

Don José Ballesteros, sacerdote, (que era seminarista cuando Ismael hizo ejercicios espirituales en el seminario de Ciudad Real), se encontró con Ismael en el año 1938 en el Clínico de Zaragoza, dice:

«Otra vez, fue en la Capilla del Seminario, cuando el Obispo-Prior don Emeterio Echevarría nos habló de él. Nos animaba a desear un sacerdocio santo, desinteresado y heroico, como el que deseaba Ismael, si lo hubiera podido conseguir. Espléndido, como siempre, nos regaló un ejemplar de la vida a cada seminarista y nos invitó a leer muchas veces las hermosísimas y ejemplares páginas que hablan de esos deseos y a meditar mucho sobre ellas, para sentir el ansia divina de un Sacerdocio santo, cuya ruta nos marcaba un muchachito manchego, por cuya boca hablaba el Espíritu Santo». (Pág. 181. O.C.)

El Postulador de la Causa de Beatificación, Padre Valentín Arteaga, Prepósito General de los Teatinos, en la Introducción a la Biografía dice lo siguiente:

«El Espíritu del Señor, como se sabe, sopla donde quiere y cuando quiere. Hubiera sido un buen sacerdote nuestro muchacho. Disposiciones y cualidades, al decir de sus biógrafos, no le faltaban». …

«Se dejó trabajar sin poner dificultades por la labor del Espíritu envuelto en la humildad y el silencio». (Pág. 11. O.C.)