El Milagro del Sol en Fátima



La noche del 12 al 13 de octubre de 1917 había estado lloviendo toda la noche. Miles de peregrinos viajaban a Fátima desde todas partes. Cuando amaneció el día 13 de mayo y el sol había llegado a su cénit, la Virgen se apareció y habló:

«Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que sigais rezando el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares».

Dicen los testigos (más de setenta mil) que la Virgen se elevó. No llovía pero las nubes oscurecían el sol: de repente, apareció entre las nubes un suave disco de plata.

Esta sería la última aparición en Fátima para Jacinta y Francisco. A Lucía se le apareció la Virgen por séptima vez en 1920: estaba en oración en la Cova, antes de dejar Fátima para ir a un internado de niñas. La Virgen le dijo que dedicara su vida a Dios, y entró en el Carmelo. Jacinta falleció el 20 de febrero de 1920 y Francisco el 4 de abril de 1919, fuerón beatificados el 13 de mayo del 2000 y Lucia falleció el 13 de febrero de 2005 y

La multitud que presenció el prodigio, ahora conocido como "el milagro del sol de Fátima", fue testigo de lo que ocurrió. Y así lo recogieron los diarios “O Seculo” y “O Dia” de Lisboa.

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