"El esfuerzo de recuperar la memoria de Ismael de Tomelloso y hacerlo justamente en el año de la JMJ es muy espiritual, probablemente hay una acción del Espíritu detrás de esta recuperación de la memoria de este joven.

Por tanto, es la recuperación de un santo. Y un santo joven, del primer tercio del siglo XX, décadas dramáticas no sólo en España, sino en toda Europa. De una juventud que le tocó vivir una hora histórica, para los que tenían fe, como una hora de martirio."

EUROPA PRESS

El Cardenal-Arzobispo de Madrid Ms. Antonio María Rouco Varela, destaca que Ismael de Tomelloso "es un ejemplo para los jóvenes del siglo XXI, tentados por carencias profundas e insatisfacción espiritual"

análisis digital.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, presentó ayer el libro Ismael de Tomelloso, "In silentio...", obra del ex diputado de UCD Blas Camacho, en la Universidad CEU San Pablo. En el acto, participaron también el vicario de Madrid para la Vida Consagrada, Joaquín Martín Abad, el autor de libro y el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Carlos Romero

En la presentación, que comenzó con la proyección de un video sobre la vida de Ismael de Tomelloso, el cardenal Rouco señaló que el esfuerzo de Blas Camacho por recuperar la memoria del joven de Tomelloso, además en el año en el que se celebra en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, "es muy espiritual".

Para el cardenal se trata de "la recuperación de un santo del primer tercio del siglo XX", una época en la que "a la juventud que tenía fe, le tocó vivir una hora histórica como una hora de martirio". Así, se preguntó si es un modelo para los jóvenes del siglo XXI y respondió afirmativamente porque "los jóvenes del siglo XXI son tentados, muchas veces, por el poder, por un estilo de vida, una visión materialista de la vida, carencias profundas a la hora de situarse en el camino del presente y futuro de sus vidas y por la insatisfacción espiritual"."Les falta horizonte y también camino", añadió. A su juicio, "la forma de encontrar el camino es volver la mirada al interior, a Dios".

Dijo también que "el modo en como aborda Ismael la historia de su vida, es algo que en el fondo del alma de todos los jóvenes también está latente: amando de verdad, hasta el final, con la fuerza de Dios". Por ello, su ejemplo servirá a los jóvenes del mundo actual, "es un joven de entonces para la España de hoy".

Destacó, además, que "no fue mártir pero vivió martirialmente y que esa elección del silencio por Cristo, acogerse a la Cruz de esa forma tan generosa y oblativa, hace de su vida una vida de testigo y testimonio de bondad y amor para sus compañeros y, también, una invitación a los del otro lado para vivir su victoria de una forma reconciliadora".

Sobre la acción católica, manifestó que la juventud de aquellos años "buscaba un camino nuevo para España". En esta línea, "recuperar la vida de Ismael es de un gran acierto". Concluyó mostrando su deseo de que el proceso beatificación alcance la fase de aprobación de las virtudes heroicas y que pueda llegar a ser santo.


Modelo de santidad para la vida cristiana

El vicario de Madrid para la Vida Consagrada, Joaquín Martín Abad, subrayó que el libro "In Silentio", está escrito por un seglar, Blas Camacho, que recoge la biografía de un joven de Tomelloso, nacido en "un pueblo que quiere un santo".

Así, destacó que después de la muerte del joven Ismael se publicaron muchas informaciones sobre él, aunque reconoció que "en los últimos años, éstas se habían sumido en un 'silencio', igual que el que él escogió al final de su vida". En este sentido, puso de manifiesto que, de ser proclamado santo, "sería un joven sin escritos", ya que sólo se conservan cartas, en las que "no se encuentra nada fuera de la fe". "En ellas aparece un buen estilo de comunicar, su gran amor a la familia, el olvido de sí mismo, su capacidad para superar las dificultades…".Su vida giraba en torno a que "al final, todo lo dispone Dios".

"Ismael era un chico que en el conocimiento de la Acción Católica, decidió ser todo de Dios", declaró. Tb destacó el ambiente hostil a la religión en aquel momento, al que, sin embargo, "él ponía paz entre los soldados" y concluyó mostrando su deseo de que sea propuesto "como modelo de santidad para la vida cristiana y como ejemplo para asociación católica y otros movimientos".

Ismael "me está cambiado"

Blas Camacho, partió en su intervención del "destino heroico de Ismael, como para haber sido guardado 'in silentio'". "Ismael me está cambiando", dijo.

Según destacó, en el silencio reside la Cruz "en la que Ismael se quiso crucificar, imitando a Jesucristo. Ese, añadió, es el testimonio de su Cruz". "Y sobre la Cruz", añadió, "Ismael de Tomelloso es un ejemplo para anunciar y enseñar el camino de la Conversión, la Confesión y la Comunión". "Vivió entregado a Dios, esta es la lección que nos está trasmitiendo continuamente", añadió. "De la crisis actual, moral y religiosa, no se puede salir sin esperanza y esto le ayudo a comprenderlo la Encíclica Spe Salvi de Benedicto XVI", que aconsejó leer a todos.

En el acto participaron también el presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Carlos Romero, y Natividad Cepeda, Secretaria de la Asociación.

Ismael Molinero Novillo, un joven de Acción Católica de Tomelloso. Fue movilizado por el ejército republicano en la guerra civil y participó en las batallas de Teruel, donde fue preso. Enfermo de tuberculosis, fue trasladado al hospital clínico de Zaragoza, donde falleció con veintiún años. Consciente de que su enfermedad era irreversible, prefirió el silencio, la soledad y el sufrimiento por amor a Dios. Se sinceró con el capellán que le asistía en el Hospital de Zaragoza y le confesó su aceptación de la muerte o si sobrevivía su deseo ser sacerdote.