Por primera vez en la historia de la Iglesia dos Papas conviven bajo la Encíclica "LUMEN FIDEI", de la que ambos son autores y rezan juntos en silencio a la Virgen María la oración con la que concluye el documento.


Nos dirigimos en oración a María, madre de la Iglesia y madre de nuestra fe.

¡Madre, ayuda nuestra fe!

Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada.

Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.

Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe.

Ayúdanos a fiarnos plenamente de Él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y madurar.

Siembra en nuestra fe la alegría del resucitado.

Recuérdanos que quien cree no está nunca solo.

Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que Él sea luz en nuestro camino

Y QUE ESTA LUZ DE LA FE CREZCA CONTINUAMENTE EN NOSOTROS, HASTA QUE LLEGUE EL DÍA SIN OCASO, QUE ES EL MISMO CRISTO, TU HIJO, NUESTRO SEÑOR.