Le he dado muchas vueltas, pero volviendo al padre Florentino del Valle, el primer libro que publicó y la primera biografía que se difundió en el año 47 se titulaba “Ismael de Tomelloso, la lección de su silencio”, lo más sobrecogedor que hay en la vida de Ismael es el silencio.
Leyendo a Isaías, “En el silencio y en la esperanza se fundará vuestra fortaleza…”, pensé que la fortaleza de Ismael no era normal pero, con la gracia de Dios, la vivió desde que ofreció su vida en silencio como un martirio, porque tuvo vocación de mártir toda su vida.
El silencio que comenzó en las parideras de ganado de Santa Eulalia del Campo, a principios de febrero de 1938 y allí empezó su lección del silencio. De ahí el título.
En una sociedad como la actual ¿Cómo podríamos animar a los jóvenes de hoy a seguir su extraordinario ejemplo?
Lo primero que conozcan su vida y, al conocer su vida, se darán cuenta de que Ismael era un chico normal y corriente, alegre y simpático, un dependiente de comercio que le gustaba bailar y tocar la guitarra, que tenía muchos amigos y que, sin apartarse para nada del mundo, fue un ejemplo de entrega a los demás y de sacrificio de su propia vida.
Estoy seguro que si te metes en la vida de Ismael, aprender a ser alegre es sencillo, corriente, y la gracia te ayudará a ser coherente y perseverar hasta el final.
Entrevista completa en Catholic.net
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